Viajero de ferrocarril (II)

...Era una guapa revisora que lo miraba sonriente. Él se quedó paralizado ante esa amable visión pues se traía un aire a ella. Iba vestida con el típico uniforme de Renfe. Una media melena rubia le caía sobre los hombros. Unos labios gruesos se extendían al infinito enseñándole unos dientes perfecto. Ella lo sacó de su ensimismamiento y le pidió el billete porque necesitaba comprobarlo. Lo picó y se lo devolvió al instante. Se fue moviendo ligeramente las caderas y él volvió a acomodarse. Se quedó durmiendo con el traqueteo del vagón, que lo mecía, y el sonido continuo de los vagones al pasar sobre las traviesas que lo arrullaba. Se despertó con mucho calor y una ligera jaqueca fruto de la calefacción demasiado alta. Los cristales, empañados, le impedían ver con claridad que afuera estaba, por extraño que resultara, diluviando. Acercó la cabeza a la ventana y el frío de esta lo alivió ligeramente. Buscó entre los bolsillos de su parka...

1 comentario:

Psicodélica dijo...

... la foto seguía allí, parecía que se burlaba de él, sonríente, nada había cambiado en ella. En cambio él había pasado del éxtasis al insomnio demasiado rápido. Siempre demasiado rápido...

:) Me han gustado mucho las dos partes! Espero que las continúes!
saludos.