Animal de bellota


Nazco, crezco, me reproduzco y me matas.

Y yo, animal de mí, ser irracional guiado por mis instintos, me embeleso, persigo tu rastro, olfateo, te encuentro, muerdo, araño, pruebo la carne, tu débil carne.
Y aprovechas mi frenesí para matarme, lentamente, como un virus que destruye poco a poco cada una de tus células.
Pero, !ah¡ infinita misericordiosa, ese lento homicidio se contrarresta con la vida que me das a cada beso, con cada caricia, en cada instante.


Permíteme, poderosa P.
Permíteme pedirte protección.
¿Podrás proveerme?
Preciso protección;
para prevenir posibles penas;
para provocar preciosos períodos pacíficos.

Pelearé. Porfiaré. Pugnaré.
Para preservar peligrosas pasiones.


P.P.P.