Definiciones

Eres adictivo completamente,
un tipo elegante,
un beso cálido,
un abrazo realmente sólido,
soñador nato,
romántico por naturaleza,
despreocupado pero a la vez consciente.
Un respiro,
eres un respiro,
una bocanada de aire cuando sientes que no puedes más;
pero eres complejo
y diferente
eres vida
y tienes duende
y nunca morirás.
Lo tengo clarísimo.


Si me defines así, ¿qué más puedo esperar de tí? Yo creo que es suficiente.
-Epidemias, terremotos, maltrato, violencia, vulgaridad, cinismo-hipocresía... ¿qué hay de bueno aquí y ahora?
Las buenas personas se perdieron en un camino cada vez más duro, inclinado totalmente por la vergüenza que campa a sus anchas. El mundo de mis abuelos, e incluso de mis padres, se evaporó como el éter; al instante y dejando a los que vinimos detrás en un estado de semiconsciencia del que difícilmente (visto que nuestro timón se quebró hace ya tiempo) saldremos.
Sí, aún hay cosas buenas, queda el arte (cada vez más masacrado y cadavérico, sombra de sí mismo) y la conciencia de ciertos soñadores que deben mezclarse entre el vulgo para sobrevivir en lo que queda del Antiguo Mundo.
¡Últimos mohicanos, dejad el miedo a un lado, sobrevivid!- dijo Fisto, en estado cuasiorgásmico.

Quid?

Dime qué es en lo que piensas. Intento adivinarlo por tus pupilas, dilatadas por la falta de luz en esta penumbra eterna que es nuestra habitación, pero es en vano. Ningún atisbo de debilidad; fruto de la perfecta colocación de las ideas en tu cabeza, sólo dejas entrever lo que te interesa que intente saber. Por desgracia, esas veces en las que bajas la guardia (conscientemente) para que entre en tí son mínimas. Tu aire misterioso me fascina (gracias, memoria humana colectiva*) y me exaspera. Como si de un tira y afloja se tratara, tu te blindas ante mis intentos de entrar. Trataré, besándote, de descubrir por tus labios lo que tus ojos no expresan.


*(lo que desconocido nos atrae, inexplicablemente)

Abecé

abcdefghijklmnñopqrsTÚvwxyz.

Hasta el abecedario no para de nombrarte. Quizá tanto como yo.


Poom-poom, poom-poom. Ahora todo vuelve a funcionar, ¿no lo oyes?
Suena incluso al ritmo de Fluorescent Adolescent.

Rutina

Solía susurrarte al oído lo guapa que estabas, cada día, al despertarme. Aprovechabas que no estaba muy lúcido a esas horas y me engatusabas para hacer cosas que sólo a tí te gustaban: quedar con tus amigas y sus aburridas parejas, cenar con tus padres, recoger a tu sobrinos de la guardería (aunque secretamente me caían genial esos pequeños trotamundos, debía mantener mi imagen de tipo duro-odianiños)
Ya despejado y esperando que mi gran taza de café se enfriara, conversábamos, acerca de tí, de mí; comentábamos las noticias de la radio y, en fin, jugábamos a ser matrimonio, quizá pensando en un futuro algo próximo.
Tomábamos la ducha diaria juntos, cumpliendo así con una de mis condiciones, y acto seguido nos evaporamos cada uno a nuestros respectivos trabajos.
Vueltos ya y tras comer, nos acurrucábamos en el sofá y veíamos una película, quedándonos dormidos casi siempre. Al despertar comenzaban los arrumacos, los besos y las caricias. Quizá hubiera alguna variante, tal como los abrazos (ya sabes que a mí no me gusta darlos) cosquillas o masajes, pero era en muy pocas ocasiones. Terminábamos, cómo no, empapados en sudor, extasiados y casi muertos (la pétit morte que le llaman los franceses)
Cenábamos, oíamos música, bailábamos, salíamos, te hacía fotos, dormíamos...
En definitiva, VIVÍAMOS.

Ojalá algún día pueda decir que tuve esta rutina. Y que fue contigo.

Reflejo


Sólo soy el reflejo de lo que una vez fuiste. Un reflejo difuminado, borroso y apenas nítido. Un reflejo de todo aquello que un día tuviste. Pero, de momento, sólo un reflejo; no una realidad.

Gente





Gente que pasa, que viene, se va, camina en sus preocupaciones. Pero siempre es la misma gente.
Se mueven, sí; pero no sienten. Se mantienen inmóviles ante cualquier mínimo atisbo de humanidad. Nada les mueve mas que ellos mismos.

Feliz Nueva Década.