Onomatopeyas

¡Catapum!¡Bum!¡bang! y ¡Paf!, fieles a si mismas y a sus inveteradas costumbres, pasean diariamente, fruto de su rutina, a lo ancho y largo del globo. Como buenas onomatopeyas que se saben explosivas, recorren cada vez un poco más, para sentirse amadas e idolatradas. Consiguen llegar a sitios tan recónditos que ni siquiera aparecen en las cartografías, pero en las que ya han inoculado sus violentos movimientos. Dueñas y señoras del mndo, gustan de aplastar a las pequeñas y jóvenes onomatopeyas, más progresistas, que intentan, a veces en vano, enemendar los desperfectos que las viejas acometen en su paseo matutino. ¿Lograrán algún día Muac, Snif, Jajá y Jejé ocupar su puesto? ¿Serán ellas las nuevas musas?

Romance de la Oficina

Teclas cargadas de informes,
cálculos, balances, gomas.
Sonrisas frente al café,
porque prosiguen las bromas.
Cuentas que no cuadran nunca
y en el alféizar, palomas.
El jefe, harto de todo,
sueña ya que, con redomas,
cuelga a todos por el cuello.




Renovación total, de espíritu, de fachada y de costumbres. Veremos cómo funciona.