Instantes


Un instante. Esa mínima expresión de tiempo les había bastado.
Es admirable la capacidad de los instantes. Un instante determina el inicio o el fin de la vida. Causa consecuencias terribles o deseadas. Un instante decidió el inicio de todas las guerras, de todas las paces, de todas las treguas. Esa fracción de tiempo superior a un segundo. Eso les había sido suficiente. Sería bueno remontarse tiempo atrás; a la época en que se conocieron, y cómo, más tarde, fueron sabiendo cada vez más el uno del otro, de cómo se dieron cuenta de que se necesitaban mutuamente para por fin alcanzar lo que llevaban buscando tanto tiempo: ser felices.
Pero prefiero concentrar la atención en ese instante. Ese que los catapultó al éxtasis cuasi mareante, que los desorientó por completo y que sin embargo les causó tanto o más placer que cualquier situación que hubiera rayado la felicidad.
Una mirada en ese instante y todas las estratagemas que habían desarrollado de nada sirvieron. El beso a continuación terminó por hacerles comprender que no harían falta. Se amaban sin más, sin medias tintas, ¿para qué estratagemas?

2 comentarios:

Mme.Pé dijo...

Se huele el amor en el ambiente.

me gusta

cocodrilo dijo...

Me gusta lo del instante, y nunca habia pensado lo cierto que es que sean los instantes los que determinan cada causa, que es en esa milésima en la que se decide algo que tendrá posteriores consecuencias, =)