Conversaciones ante el espejo

-Cómo habéis cambiado, ¡rediós! Barrúntaseme que de no haberos detenido ante mí apenas os hubiera reconocido. ¿Dónde quedaron esos últimos resquicios de niñez? ¿Dónde esa cara lampiña y tersa? ¿Os habéis mirado detenidamente?

-Me congratula que os deis cuenta. Lo cierto es que hay veces en que ni yo mismo acierto a ver dónde estarán los límites de mi cambio. ¿Qué me ha ocurrido? Intento daros una respuesta, pero me es arduo.

- ¿Queréis saber que os sucede? Sois mayor. Simple y llanamente. No intentéis buscar otra respuesta que no sea esa. Esa es la clave.

-Pero, ¿cómo me ha podido ocurrir? Recuerdo aún vivamente en mi memoria mis juegos, mis trastadas, mis llantos por nimiedades y demás niñerías. ¿Cómo puedo ser nostálgico siendo tan joven? No debe ser bueno.

-Ciertamente no os conviene; al menos no tan joven. Os daré un consejo, que debéis haber oido ya: la vida pasa; no malgastéis vuestro tiempo recordando épocas que no fueron tan buenas, ni imaginando futuros que no serán tan malos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es genial Pablo, me encanta.


P.

cocodrilo dijo...

Conversaciones frente al espejo : ) precioso
francamente, precioso
Quizá tengas razón, y deba gritar más fuerte que la quiero : )

Marques de los heridos dijo...

Amanati, Camarada:
En defensa del mas puro idealismo romantico-nostalgico te aullo: "CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE MEJOR". Enarbolemos el estandarte de los ejercitos de la Reminiscencia del Ayer. Conquistemos el futuro devotos del pasado, mirando los constructos ideologicos de nuestro Dios: EL HOMBRE. Gracias por escribir.
PD: Me seguire llevando a Platon a la academia hasta que vengas, XD cuidate.