




Después de andar por Europa de aqui para allá, de visitar todo lo visitable, de conocer mil experiencias, de vivir cientos de ellas, de probarlo todo. Después de ir, ver, volver, de reir, de sonreir, de pensar, de pasear, fotografiar, comer, beber, bailar. Después de todo, después de nada, de contar y escuchar historia, de dejar a un lado todo lo que siempre me había preocupado, de liberarme. Después, al fin y a la postre, de viajar, me encuentro con una realidad quizá demasiado cruda de lo normal. Quizá sea que cada vez me impresionan más las cosas o, por el contrario, que esta vez la realidad sea más dura de lo normal. Todo es posible. Pero ahora todo menos tú.